Ganemos Juntos!
Al sonido del disparo todos salieron, no exactamente como bólidos, pero con gran entusiasmo de participar en la carrera, llegar a la meta y ganar.
Todos, es decir, menos uno, que tropezó en el asfalto, dio dos maromas y empezó a llorar.
Los otros ocho oyeron al niño llorar, disminuyeron la velocidad y voltearon hacia atrás. Todos dieron la vuelta y regresaron, ... todos.
Una niña con síndrome de Down se agacho, le dio un beso en la herida y le dijo "Eso te lo va a curar". Entonces, los nueve se agarraron de la manos y juntos caminaron hasta la meta.
Todos en el estadio se pusieron de pie, las porras y aplausos duraron varios minutos. La gente que estuvo presente aun cuenta la historia.
¿Por que? Porque dentro de nosotros sabemos una cosa: Lo importante en esta vida va mas allá de ganar nosotros mismos.
Lo importante en esta vida es ayudar a ganar a otros, aun cuando esto signifique tener que disminuir la velocidad o cambiar el rumbo.
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